Prefacio a esta
edición
“Hay más cosas
en el cielo y en la tierra, Horacio,
que todas las
que pueda soñar tu filosofía”
William Shakespeare.
“Hamlet”. Acto I, escena V.
Cuando, en 1995, el Dr. Fernando Jiménez del Oso me telefoneó para invitarme a participar en la Nueva Biblioteca de los Temas Ocultos, me sentí un privilegiado.
En 1992 el Dr. Jiménez del Oso ya me había invitado a colaborar con un título: “Secuestrados por los OVNIs”, en la primera Biblioteca Básica de Espacio y Tiempo. Y con otro título: “OVNIs: Testigos de Élite” en la colección Enigmas de Espacio y Tiempo un año después.
Pero en esta ocasión Fernando no me pedía uno, ni dos, si no hasta tres títulos: “La ciencia frente al misterio”, “Los peligros del esoterismo” y un tercero que yo titulé “OVNIs: El Secreto. Historia de la aeronáutica no convencional” pero que por alguna razón desconocida la editorial Contrastes, responsable de la impresión de estos libros, tituló “OVNIs y pilotos”.
Eran libros de bajo coste, destinados a la distribución en kioscos de prensa y grandes superficies. Maquetados precipitadamente, sin que los autores pudiésemos revisar galeradas, sugerir portadas o corregir textos. Lo que propició anécdotas como que “OVNIs: Testigos de Élite” apareciese firmado en portada por un tal Manuel Caballar. O que “Los peligros del esoterismo” estuviese firmado, en la página interior, por un tal Manuel Carbajal. Cosa que no me preocupó en absoluto. Ni entonces ni ahora era un autor relevante, así que no me pareció grave que hasta mi editorial se equivocase con nombre.
Tampoco fuimos informados de que aquellas
colecciones tuvieron el suficiente éxito como para ser vendidas y reeditadas en
otros países. Me enteré accidentalmente cuando me encontré, en una librería de
México, un ejemplar de “OVNIs: Testigos de Elite” con mi nombre escrito correctamente
en la portada. Prueba evidente de una edición diferente a la española.
O Cuando Javier Sierra me regaló un ejemplar de “Secuestrati dagli UFO”, que se encontró en una librería italiana, y que era una traducción de mi “Secuestrados por los OVNIs” perteneciente a la colección I libri de l´ignoto. La versión italiana de la Biblioteca básica de Espacio y Tiempo. En este caso el nombre del autor, ni bien ni mal escrito, aparece. Salvo en un pequeño crédito en la página 6.
Tampoco me importó, aunque confieso que me habría gustado que alguien me comunicase que me habían traducido a otros idiomas. Aunque solo fuese por una cuestión de autoestima.
En aquellos años no existía Internet como hoy lo conocemos, ni menos aún las redes sociales. Así que de no haber sido por mi viaje a México o por el viaje de Javier Sierra a Italia, yo jamás habría sabido de la existencia de esas ediciones internacionales…
Los autores, al menos yo y los amigos de mi quinta, como Carlos G. Fernández, jamás cobramos ni una peseta por ninguno de aquellos libros. En mi caso cinco títulos. Pero tampoco nos importó. Para aquellos jóvenes adolescentes, que hacían sus primeras incursiones en el mundo editorial era un honor participar en colecciones de libros encabezadas, o al menos promocionadas, por el Dr. Jiménez del Oso. Aunque él no tenía ninguna responsabilidad directa en la maquetación e impresión de los originales.
Nosotros, yo por lo menos, tratábamos las cuestiones relacionadas con los originales directamente con Abelardo Hernández, que aparece como Asesor Científico en los créditos interiores, pero que en realidad se ocupaba, con la ayuda de su hija, de la maquetación y corrección de los originales.
Lo que sí me importó es que mi “OVNIS: el Secreto”, un libro sobre aeronáutica no convencional se convirtiese en “OVNIs y pilotos”. Sobre todo porque eso era engañar al lector. Pero solo fui consciente de aquel cambio de título, y de la eliminación de varios capítulos y de todas las ilustraciones, que yo considero importantes (para ajustar la extensión del libro a la reglada para toda la colección me dijo Abelardo), cuando vi el libro ya impreso en el kiosko de mi pueblo. Y entonces si me cabreé…
Abelardo
se excusó diciéndome que el error se había producido en la redacción de
Contrastes, donde montaban y maquetaban la edición final de los originales… No sé
quién fue el responsable, y a estas alturas es irrelevante. Así que, para dejar
constancia de mi desacuerdo pedí a mis amigos de la revista Más Allá de la
Ciencia que me permitiesen dejar constancia de mi desagrado. Y en la página
16 del número 77 de Más Allá, correspondiente a julio de 1995, se publicó
una breve nota que, entre otras cosas decía: “Los pilotos son el anzuelo del
nuevo libro de nuestro compañero Manuel Carballal, quien ha editado en la Nueva
Biblioteca de los Temas Ocultos su trabajo “OVNIs y pilotos”. Y decimos
anzuelo porque, paradójicamente, a lo largo de las 125 páginas del trabajo no
hay ni un solo caso de pilotos. A pesar de lo desacertado del título, al que es
ajeno el autor…”.
En
esta nueva edición, ya con el título correcto -adaptado a la nueva definición
UAP- y los capítulos omitidos en la de Contrastes, sí está incluido el
contenido íntegro, y lo que quería transmitir en 1995, al investigar este
aspecto tangencial y desconocido, pero relevante de la historia aeronáutica. Ya
que, por mucho que les incomode a mis colegas, la historia de los No Identificados
ha evolucionado pareja a la del desarrollo aeronáutico, la ingeniería militar y
los secretos que todo ello implica. Lo que no significa que siempre sean
sinónimos…
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